Planetas extrasolares - La tozuda búsqueda humana de otros mundos.

Desde tiempos inmemoriales la humanidad se maravilló por el cielo, y seguramente se preguntó acerca de la naturaleza de las estrellas, y sobre la existencia, o no, de otros mundos.

 Al día de hoy, los planetas extrasolares (o exoplanetas), estos es, planetas que orbitan a estrellas distintas al Sol, ya no es un sueño secretamente anhelado, ni siquiera una plausible especulación, sino un hecho confirmado: se conocen más de cuatro mil planetas extrasolares que orbitan en torno a más de tres mil estrellas. El número se acrecienta con tanta rapidez que si pusiéramos la cifra exacta en este artículo, seguramente el lector se encontraría con un valor desactualizado, por lo que lo invitamos a visitar el sitio de la Enciclopedia de los Planetas Extrasolares para una consulta precisa ( http://exoplanet.eu/ ) . Hay mucho por contar en esta a la vez breve y prolongada historia de la búsqueda humana de otros mundos, por lo que dividiremos el relato en tres episodios.

Episodio I: los soñadores.

La idea de que pueden existir otros mundos fuera de nuestro Sistema Solar fue sugerida ya por el filósofo griego Epicuro, quien en su carta a Heródoto, decía que “hay un número infinito de mundos, algunos como el nuestro, otros diferentes” (~ 300 AC).

En 1584, el filósofo Giordano Bruno argumentó que las estrellas son soles como el nuestro, y que en torno a esos soles podrían existir múltiples mundos. En su libro De l'infinito universo et Mondi ensayó un camino teológico para justificar sus argumentos a favor de la multiplicidad de mundos. Esta obra fue una de las razones aducidas por la Inquisición para condenarlo, por lo que Giordano Bruno es quemado vivo el 17 de Febrero de 1600 en Campo di Fiori, lugar en el que en la actualidad se erige una estatua en su honor.

En los siglos XVII y XVIII, científicos y filósofos, como Charles Huygens e Immanuel Kant, exploraron el concepto de otros mundos.

Nada menos que Isaac Newton, en su General Scholium (1713), especuló con la existencia de exoplanetas. Newton insinuó que otras estrellas podrían tener planetas orbitando en torno a ellas, del mismo modo que nuestro Sol.

Aunque hoy sabemos que fue erróneo, cabe mencionar all primer anuncio de la detección de un exoplaneta, que se centró en la estrella 70 Ofiuchi. En 1855, el Capitán W. S. Jacob afirmó que la órbita de ese sistema binario exhibía una anomalía, que fue atribuida a la presencia de un tercer cuerpo, un exoplaneta. En la década de 1890, Thomas Jefferson Jackson See aportó lo que creyó nuevas evidencias de la presencia de un exoplaneta en 70 Ofiuchi. Sin embargo en 1899 esas afirmaciones fueron refutadas por Forest Moulton, quien analizó el sistema triple y demostró que tal sistema sería inestable bajo los parámetros orbitales propuestos por Jackson.

La literatura también hizo su aporte, principalmente desde fines del siglo XIX y durante todo el siglo XX, desde la ciencia ficción. Buena parte de este género sitúa sus relatos en una galaxia profusamente poblada de planetas diversos. En particular, novelas clásicas de la ciencia ficción, como el ciclo Fundación de Isaac Asimov o Dune de Frank Herbert, nos relatan sendos imperios galácticos. Stanislav Lem o Ivan Efremov también sitúan a sus personajes en universos en los que la humanidad se ha expandido a otros sistemas planetarios.

A la hora de discutir la existencia de planetas extrasolares, sería oportuno hacer un par de consideraciones. La primera de ellas, en gran medida filosófica, es considerar la existencia de otros sistemas solares basados en el factor de probabilidad. Si se tiene en cuenta el número de galaxias conocidas y el número de estrellas contenidas dentro de cada una de ellas, la probabilidad de que exista otro sistema solar es enormee. La especulación basada en probabilidades no es nueva. En 1966, Carl Sagan, junto a Iosif Shklovskii en su trabajo Intelligent Life in the Universe, expresaban:

"Con 1011 en nuestra galaxia y 109 galaxias, hay al menos 1020 a las estrellas en el universo. La mayoría de ellas pueden estar acompañados por sistemas solares. Si hay 1020 sistemas solares en el universo, y el universo tiene unos 1010 años de edad, y si, además, los sistemas solares se han formado más o menos uniformemente en el tiempo, entonces se forman 1010 sistemas solares por año, o 3x103 por segundo. En promedio, se forman un millón de sistemas solares en el universo cada hora”.

Por otro lado, la premisa principal, y ciertamente la más importante, es determinar la existencia de planetas extrasolares mediante observaciones astronómicas directas. La especulación es fácil, los esfuerzos científicos no lo son. Durante los últimos años, las técnicas astronómicas utilizadas para las observaciones se han vuelto cada vez más sofisticadas, perfeccionándose métodos indirectos muy precisos para detectar planetas que orbitan estrellas distintas que el Sol.

En los próximos episodios relataremos los distintos intentos por encontrar exoplanetas, y los datos disponibles hasta la actualidad.