Estrellas de Invierno (I): Antares
Antares es una de las estrellas más brillantes del cielo nocturno
Si elevamos los ojos hacia el cielo al inicio de la noche en esta época del año y miramos hacia la constelación del Escorpión, la veremos como una llamativa estrella rojiza que remata una especie de gancho o signo de interrogación al revés, distintiva imagen de este conjunto de estrellas que lo hace fácilmente reconocible. Antares es la decimosexta estrella de las más brillantes del cielo nocturno.
El corazón del Escorpión
El nombre de Antares proviene del griego anti Ares y significa «el rival de Ares» o «el opuesto a Ares» debido a su color rojizo, ya que en el cielo nocturno rivalizaba con el planeta Marte (Ares en griego) que representa al Dios de la Guerra en la mitología greco-romana. Su distintivo color rojizo ha hecho de ella un objeto de interés en muchas sociedades del pasado. La situación de la estrella en el centro de la constelación del Escorpión explica su otro nombre, de origen árabe, Kalb al Akrab («el corazón del escorpión»). En la astronomía egipcia representó a la diosa Serket o Selkit, anunciando la salida del Sol por sus templos en el equinoccio otoñal (3700-3500 a. C.); muchos de los templos egipcios están orientados de tal manera que la luz de Antares jugara un papel importante en las ceremonias que se llevaban a cabo. En la antigua Persia era una de las cuatro «Estrellas Reales» y, probablemente, el Guardián del Cielo mencionado como Satevis; en Corasmia (Región más baja de Asia Central) la llamaron Dharind, «la que agarra», y los coptos Kharthian, «el corazón».
La Estrella
Antares es una enorme estrella roja situada aproximadamente a 550 años luz del sistema solar. Su luminosidad en la luz visible es 10.000 veces mayor que la del Sol. Tiene una temperatura superficial de «solo» 3.300 grados centígrados, por lo que emite una considerable fracción de su luminosidad en el infrarrojo, siendo su emisión total de energía 60.000 veces superior a la solar.
A partir de su temperatura y luminosidad se puede estimar su radio en 883 radios solares, igual a 4 UA (cuatro veces la distancia entre la Tierra y el Sol. Si estuviese en el centro de nuestro sistema solar, su superficie se extendería entre las órbitas Marte y Júpiter, englobando prácticamente la totalidad del cinturón principal de asteroides.
Su masa se estima entre 15 y 18 masas solares. Dicho valor, unido al hecho de que esté en la etapa final de su evolución (denominada fase de supergigante roja), indica que Antares no está muy lejos de estallar como una espectacular supernova (lo cual podría suceder en el próximo millón de años), pudiendo dejar como remanente una estrella de neutrones o un agujero negro. Su descomunal tamaño en comparación con su masa da como resultado una densidad media muy baja, mucho menor que la del Sol. Asimismo, desde su superficie sopla un viento estelar que hace que la estrella se encuentre envuelta en una nube de gas.
Curiosa pareja
Antares forma un sistema binario con una estrella de alta temperatura blanco-azulada denominada Antares B, separada. La separación en el espacio entre ambas estrellas es de aproximadamente 550 UA y el período orbital de unos 900 años. La compañera tiene un brillo muy débil y su luminosidad equivale a 1/370 parte de la de su brillante compañera, a pesar de que es 170 veces más luminosa que nuestro Sol. Ha sido descrita frecuentemente como de color verde o esmeralda, probablemente por un efecto de contraste, y fue descubierta por el astrónomo austríaco Johann Tobias Bürg en 1819.
Misterios de Antares
Como ya se mencionó Antares tiene una masa 15 a 18 veces mayor que la de nuestro Sol. Pero esta masa se está reduciendo a gran velocidad: la estrella está perdiendo material a medida que se expande hacia afuera en su última fase de vida, antes de convertirse en una supernova.
Con las imágenes captadas por el Very Large Telescope (VLTI) -Un instrumento que combina la luz de hasta cuatro telescopios para crear uno virtual con una resolución equivalente a la de un espejo de 200 metros- los astrónomos trazaron el primer mapa de velocidades del material en la atmósfera. Este mapa mostró turbulencias inesperadas que no pueden explicarse por procesos habituales como la convección ya conocidas. Esto hace pensar que son producto de un proceso nuevo, cuyas reglas aún se ignoran, dicen los investigadores.
¿Pero por qué estrellas como Antares pierden masa tan rápidamente cuando están en la última etapa de su evolución? Es un desafío a resolver
Cuándo y cómo
Desde fines mayo es la mejor época del año para observar Antares porque es cuando la estrella se encuentra en oposición al Sol. En ese momento Antares sale en el ocaso y se oculta al amanecer. En esa situación es visible a lo largo de toda la noche; el tiempo de visibilidad se irá reduciendo con el correr de los meses. Durante al menos dos o tres semanas antes y después del 30 de noviembre la estrella no es visible por el deslumbrante Sol. Este periodo es más largo en el hemisferio norte debido a que la estrella se sitúa significativamente hacia el sur del ecuador celeste. La estrella empieza a ser visible de madrugada, unas pocas horas antes del alba, durante los meses de febrero, marzo y abril, y ya a finales del otoño puede verse al caer la noche.
Como curiosidad: muy próximo a la posición de Antares puede verse, con unos prismáticos, el cúmulo globular M4 como una bola de nieve algodonosa; a través de cualquier telescopio de aficionado se puede resolver en estrellas.
En cuanto Antares B se trata de un objeto de difícil observación, ya que requiere de un telescopio de mediano porte o más para desdoblarla de su compañera principal.
A modo de cierre
Culmina aquí esta primera entrega de una serie, que nos permitirá conocer las principales características de las estrellas más destacadas del cielo invernal.
¡Cielos Claros para Todos!