Esperando al cometa

Su nombre es C/2020 F3 pero se lo conoce como Neowise.

A modo de inicio

Su nombre es C/2020 F3 pero se lo conoce como Neowise. Es el tercer cometa descubierto en lo que va de 2020, pero tiene dos particularidades que lo distinguen: es el primero en verse a simple vista este
año desde la Tierra y además el más brillante de los últimos tiempos.

El Neowise (C/2020 F3) es un cometa retrógrado de largo período. Fue descubierto el 27 de marzo de
2020 por el telescopio espacial astronómico infrarrojo de la NASA llamado NEOWISE.

En su viaje por el espacio, el cometa llegará a su punto más cercano a la Tierra el próximo 23 de julio.
Entonces, estará a unos 103 millones de kilómetros de distancia. Esa distancia es unas 260 mayor a la
que nos separa de la Luna.

Para los observadores de Montevideo se hará visible hacia fines de julio al anochecer a escasa altura hacia el noroeste.

Conociendo a los cometas:
Los cometas han llamado la atención de los hombres de todas las civilizaciones. Generalmente eran
considerados un mal augurio. Se ha relacionado la súbita aparición de cometas con hechos históricos,
como batallas, nacimientos o muertes y pestes. Hoy, aunque tienen mucho menos predicamento que en la antigüedad, no debe olvidarse que son potenciales impactadores de nuestro planeta.

Su denominación proviene de un vocablo griego cuyo significado es «cabellera», dada su particular
apariencia de un objeto con una larga cola luminosa. Los cometas son los cuerpos celestes constituidos por hielos, polvo y rocas que orbitan alrededor del Sol siguiendo diferentes trayectorias.

Los cometas, junto con los asteroides, planetas, satélites, planetas enanos y meteoroides forman parte del sistema solar. La mayoría de estos cuerpos celestes describen órbitas elípticas de gran excentricidad, lo que produce su acercamiento al Sol con un período en muchos casos considerable.

Composición
Los núcleos cometarios llegan a tener diámetros de algunas decenas de kilómetros y están compuestos de agua, monóxido y dióxido de carbono, amoníaco, metano, hierro, magnesio, sodio y silicatos. Debido a las bajas temperaturas de los lugares donde se hallan, muchas de estas sustancias se encuentran congeladas (hielos).

Cuando se descubre un cometa se lo ve aparecer como un punto luminoso, con un movimiento
perceptible sobre el fondo de estrellas llamadas fijas. En efecto, lo primero que se ve es la coma.
Cuando el astro se acerca más al Sol, los hielos subliman, pasando directamente al estado gaseoso. A
partir de 5-10 UA (distancia de Júpiter o Saturno al Sol), estos gases y el polvo liberado forman una
atmósfera que envuelve al núcleo, dando lugar a dicha coma o cabellera, que se extiende de decenas a
centenares de miles de kilómetros.

A medida que este se acerca al Sol, la actividad cometaria se hace más intensa, el viento solar azota la
coma y se genera la cola característica, la cual está formada por polvo y el gas ionizado, de la coma.
La misma está orientada en dirección opuesta al Sol y se extiende millones de kilómetros y le confiere al astro su característico aspecto fantástico.

El brillo del cometa y la longitud de la cola aumenta a medida que su distancia al Sol disminuye y lo
opuesto acontece al alejarse.

Los cometas presentan diferentes tipos de colas. Las más comunes son la de polvo y la de gas. La cola de gas se dirige siempre en el sentido perfectamente contrario al de la luz del Sol, mientras que la cola de polvo retiene parte de la inercia orbital, alineándose entre la cola principal y la trayectoria del cometa.

El choque de los fotones que recibe el cometa como una lluvia, aparte de calor, aportan luz, que es visible al ejercer el cometa de pantalla, reflejando la misma.

La presión de la radiación solar y los vientos solares aceleran los materiales alejándolos de la cabeza del cometa a diferentes velocidades de acuerdo con el tamaño y masa de los materiales. Por esto, las colas de polvo relativamente masivas son aceleradas más despacio y tienden a ser curvadas. La cola iónica es mucho menos masiva, y es acelerada tanto que aparece como una línea casi recta que se extiende desde el cometa en el lado opuesto al sol.

Origen
Los cometas provienen principalmente de dos lugares, la nube de Oort, situada entre 50.000 y 100.000
UA del Sol, y el cinturón de Kuiper, localizado más allá de la órbita de Neptuno.

Se cree que los cometas de largo periodo tienen su origen en la nube de Oort, que lleva el nombre del
astrónomo Jan Hendrik Oort. Esta nube consiste de restos de la condensación de la nebulosa solar.

Esto significa que muchos de los cometas que se acercan al Sol siguen órbitas elípticas tan alargadas que solo regresan al cabo de miles de años. Cuando alguna estrella pasa muy cerca del sistema solar, las órbitas de los cometas de la nube de Oort se ven perturbadas: algunos salen despedidos fuera del sistema solar, pero otros acortan sus órbitas.

Para explicar el origen de los cometas de corto período y de escasa inclinación orbital, se propuso su procedencia de una región situada más allá de Neptuno, el cinturón de Kuiper.

Clasificación
Uno de los criterios usuales es tomar en cuenta su período de traslación. Entonces los cometas se
clasifican en tres categorías:
Cometas de corto período (menos de 20 años).
Cometas de período intermedio (entre 20 y 200 años).
Cometas de largo período (entre 200 y 1.000.000 de años).

Otro criterio es por la forma de su órbita.
Cometas periódicos de órbitas cerradas elípticas.
Cometas no periódicos de órbitas abiertas parabólicas e hiperbólicas (estos últimos denominados interestelares).

Las órbitas de los cometas están cambiando constantemente: sus orígenes están en el sistema solar
exterior y dada su escasa masa tienen la propensión a ser altamente afectados (o perturbados) por
acercamientos relativos a los planetas mayores.

Algunos son movidos a órbitas muy cercanas al Sol y se destruyen cuando se aproximan demasiado a  éste, mientras que otros son enviados fuera del sistema solar para siempre.

Importancia de los cometas
Ahora sabemos que los cometas son restos de los comienzos del sistema solar, hace alrededor de 4.600 millones de años. Dada su muy escasa evolución, la materia que los forma conserva las características del material primigenio. Es posible entonces, que su estudio arroje pistas importantes acerca de la formación de nuestro sistema solar. Probablemente también, los cometas trajeron agua y compuestos orgánicos, elementos básicos para la vida, en de la Tierra y a otras partes del sistema solar.

Perfilando a la visita
Como se mencionó al inicio, el cometa Neowise (C/2020 F3) es un cometa retrógrado (*) de largo
período. Fue descubierto el 27 de marzo de 2020 por el telescopio espacial astronómico infrarrojo de la
NASA llamado WISE (Wide-Field Infrared Survey Explorer, en español: Explorador de Infrarrojos de
Campo Amplio).

COMETA NEOWISE EN DATOS

Nombre provisional: 2020 F3
Categoría: Cometa de periodo largo

Elementos orbitales
Inclinación orbital: 128,938°
Distancia media al Sol: 357,719 UA (**) / 53.514.012.406 km
Excentricidad: 0,999 (órbita cuasi-parabólica)

Elementos orbitales derivados
Perihelio: 0,295 UA / 44.083.005 km
Afelio: 715,143 UA / 106.983.941.806 km
Período orbital: 6765,83 Años
Velocidad orbital media: 28 mil kilómetros por hora

(*) El cometa se traslada alrededor del Sol en sentido opuesto al que lo efectúan los Planetas y otros
objetos del sistema solar.
(**) UA (Unidad Astronómica) Distancia media Tierra–Sol, aproximadamente 150 millones de Km.

Preparando el encuentro
El cometa Neowise ha sido observado y registrado profusamente en el Hemisferio Norte. Testimonio de ello es la cantidad de espectaculares imágenes que aparecen en diferentes publicaciones y redes sociales, retrotrayéndonos al cometa Hale-Bopp en la década de los noventa y más recientemente al
cometa McNaught en 2007.

Desde Montevideo, como se dijo, se hará visible hacia fines de julio al anochecer a escasa altura hacia el noroeste. Posteriormente irá ganando altura pero cada vez con menor brillo lo cual lo hará
absolutamente invisible a simple vista.

Condiciones de visibilidad

  •  Dada su poca altura hacia fines de julio su permanencia en el cielo es breve ocultándose relativamente rápido (tanto más, cuanto más cerca del horizonte se lo encuentre).
  • Por esas fechas la Luna se encontrará en fase creciente y día a día inyectará más luz en el cielo y combinada con la iluminación artificial, dificultaría o impediría su visibilidad (particularmente a simple vista).
  • Las predicciones de brillo del cometa, según las fuentes, lo sitúan cerca el umbral de la visión a simple vista e incluso por debajo.

Sobre la observación

Dadas las circunstancias deben tenerse en cuenta las siguientes recomendaciones:

  • Comenzar la búsqueda ni bien comience a oscurecer, a partir del 23 julio.
  • Buscar un lugar con un horizonte lo más despejado posible hacia el Noroeste, preferentemente alto como una azotea o edificio.
  • En la medida que sea posible, el lugar debe ser oscuro evitando la luz artificial.
  • Dado que el cometa es un objeto difuso y tendrá poco brillo, es particularmente útil el uso de binoculares para su observación.
  • Desde el 3 de Julio el astro se está alejando del Sol, por lo cual pierde continuamente brillo de modo que algún momento ya no serán suficientes los binoculares, sino que su observación requerirá de telescopios.

A modo de conclusión

Si bien los pronósticos parecen no muy promisorios, vale la pena estar a la expectativa de presenciar
uno de los fenómenos celestes más singulares, como es la aparición de un cometa. Además, resulta
complicado saber a ciencia cierta qué espectáculo puedan llegar a ofrecer estos cuerpos.

“Los cometas son como los gatos: tienen cola y hacen exactamente lo que quieren”, dijo una vez el astrónomo David Levy. Por lo tanto a estar atentos, quizás el Neowise nos regale aún un gran espectáculo a los observadores del Sur.